El Camino Hacia el Amor Propio
Hoy, al soplar las velas de mi 44 cumpleaños, quiero compartir contigo el regalo más preciado que me ha dado la vida: el aprendizaje. A lo largo de estos años, he acumulado un tesoro de experiencias, lecciones y reflexiones que han moldeado la mujer que soy hoy. Y el hilo conductor de todo este viaje ha sido, sin duda, el amor propio.
Este mes de marzo, quiero celebrar la vida compartiendo 44 aprendizajes que me han llevado a quererme, aceptarme y reconocerme. Espero que estas reflexiones te inspiren a emprender tu propio camino hacia el amor propio y a convertirte en la persona que deseas ser.
44 Lecciones de Vida: Mi Viaje Hacia el Amor Propio



- A quererme: Dejé de buscar la validación externa y comencé a construir mi propio refugio interno.
- A agradecerme: Reconozco mis logros, grandes y pequeños, y celebro cada paso del camino.
- A reconocerme: Celebro mis éxitos y me siento orgullosa de quien soy.
- A mirar con el corazón: Aprendí a escuchar las señales de mi cuerpo y a ser compasiva conmigo misma.
- A aceptarme: Abracé mi totalidad, con mis luces y mis sombras.
- A respetarme: Establecí límites saludables y honré mis necesidades.
- A pedirme «por favor»: Sustituí la exigencia por la excelencia y la amabilidad.
- A abrazar mi ritmo: Acepté cada momento como único y aprendí a fluir con la vida.
- A mimarme: Me regalé momentos de placer y autocuidado.
- A parar: Descubrí el poder reparador del descanso consciente.
- A estar en mi silencio: Apagué el ruido exterior para escuchar mi voz interior.
- A estar presente: Dejé de preocuparme por el futuro y de anclarme en el pasado.
- A observar con inocencia: Redescubrí el mundo con ojos de asombro.
- A meditar a mi manera: Encontré mi propia forma de conectar conmigo misma. En este video te explico más, haz click y descúbreme.
- A leer a mi estilo: Disfruté de la lectura sin presiones ni expectativas.
- A escuchar mi alma: Conecté con mi intuición y mi sabiduría interior. En este artículo te explico más detalles, ven a leerlo.
- A apreciar mis talentos: Reconocí mis dones y los puse al servicio del mundo.
- A abrazar mis miedos: Acepté mis sombras y las transformé en fortalezas. Desde abrazar y aceptar que «siento miedo» y que gracias a sentir miedo, a mirarlo, sentir que también ese miedo soy yo.. tener la fuerza y la voluntad de usarlo a mi favor. Desde ahí, cree el Congreso ¿Hablamos de miedos? junto a Marta Bernal y el webinar que puedes acceder de forma gratuita también para hacer Del miedo tu aliado.
- A ocupar mi lugar: Me reconocí como valiosa y digna de ocupar mi espacio en el mundo.
- A soñar en grande: Me permití imaginar un futuro extraordinario y convertirme en la protagonista de mis sueños.
- A querer desde el yo me quiero: Comprendí que el amor propio es la base de todas mis relaciones.
- A descubrir que no soy para todos: Acepté que cada persona tiene su propio camino y su propia tribu.
- A tener paciencia: Aprendí a confiar en el proceso y a no apresurar los tiempos.
- A ser familia: Honré mis raíces y cultivé relaciones significativas.
- A emprender: Creé mis propios proyectos y los desarrollé a mi manera.
- A trabajar en equipo: Disfruté de la colaboración y el crecimiento mutuo.
- A maternarte: Me convertí en mi propia madre cuando lo necesité.
- A comunicarse con el alma: Profundicé mi conexión con mis seres queridos.
- A comunicar: Expresé mi verdad con claridad y autenticidad.
- A amar en libertad: Cultivé relaciones basadas en el respeto y la autonomía.
- A aceptar los cambios: Abrazé la transformación como una oportunidad de crecimiento.
- A cumplirse: Honré mis promesas y me convertí en mi mayor prioridad.
- A apreciar los regalos: Encontré la belleza en cada experiencia, incluso en los desafíos.
- A perdonarme: Me liberé del peso del pasado y me abrí a un nuevo comienzo.
- A ser amiga: Cultivé relaciones de apoyo y complicidad.
- A retarme con excelencia: Me impulsé a crecer sin caer en la perfección.
- A disfrutar de la vida: Saboreé cada instante y encontré la alegría en las pequeñas cosas.
- A sostenerme: Me convertí en mi propio pilar y me brindé apoyo incondicional.
- A cuidarme: Prioricé mi bienestar físico, mental y emocional.
- A ser íntegra: Actué en coherencia con mis valores y principios.
- A ser coherente: Busqué el equilibrio en todas las áreas de mi vida.
- A confiar en mí: Cultivé la seguridad y la fe en mis capacidades.
- A ser segura: Me mostré al mundo con confianza y autenticidad.
- A ser cada día la persona que quiero ser: Me comprometí a vivir en coherencia con mi esencia.

Espero que estos aprendizajes te sirvan de inspiración para tu propio camino. ¡Feliz cumpleaños!
Isabel María
Terapeuta Holística y Coach de Equilibrio