La resiliencia es el camino hacia la vida que deseas. ¡Permiso para SER!
Abril nos invitó a florecer desde dentro, nutriendo nuestras raíces. Marzo fue un abrazo al autoamor. Y hoy, 1 de mayo, Día del Trabajo, abro las puertas de mayo con un acto de valentía: alzar la voz sin gritar, compartir el aroma de esta flor que se despliega, compartiéndome contigo en mi recorrido profesional / personal.
La Sombra del Desmerecimiento y el Pacto Conmigo Misma
Desnudar el alma profesional no es tarea fácil, pero siento la llamada a compartir mi «parcour», ese camino sinuoso y lleno de aprendizajes que me ha traído hasta aquí. Una carrera universitaria elegida desde la sombra del desmerecimiento, culminada con la firme promesa de honrar aquel pacto interno. Un autocompromiso que me guió a través de la oscuridad de la bulimia y los trastornos alimenticios, permitiéndome florecer en una beca en Italia y, al regresar, encontrar un nuevo comienzo en el Ayuntamiento de Níjar.
Un Destello Creativo
¡Qué etapa tan vibrante!
Mi creatividad danzaba libremente mientras aprendía los entresijos de la administración y la política. Sin embargo, la luz se tornó sombra bajo el peso del bullying laboral, una experiencia dolorosa por el simple hecho de conectar con personas «equivocadas» según el tablero de juego político.
La «Causualidad» de la Banca
Pero la vida, con su implacable sabiduría, me empujó a levantarme. Primero, oposiciones a Hacienda, una búsqueda de estabilidad. Luego, la libertad económica me llevó a la construcción, un boom vivido desde dentro, aprendiendo de contabilidad, gestión comercial y humana. Un trabajo cómodo, sí, pero mi alma pedía más.
Y entonces, la «causualidad» de unas oposiciones a CajaMurcia (hoy La Caixa). Sin presiones, sin expectativas, conseguí mi plaza. Cinco años de pasión en la banca, desde los servicios de caja hasta la venta de inmuebles, conociendo almas que hoy son faros en mi vida. Pero la incoherencia persistía: mi creatividad clamaba por salir.

Mi Aventura Emprendedora
Así lo hice. Dejé la seguridad, “la seguridad y estabilidad soñada: trabajo fijo, sueldo, casa..” por un sueño: mi propia marca de moda. Diseñar, crear relaciones, participar en eventos, formar a otros… un torbellino creativo.
Sin embargo, el abismo entre mi SER profesional y mi SER personal se abrió. La falta de confianza, la desvalorización, los miedos … como rumores de mi alma… llevaron mi proyecto, que brilló en pasarelas como la 080 Barcelona y Larios Málaga, al declive. Las ventas se desvanecieron. Con un bebé y otro en camino, tocó cerrar aquel sueño, vivir el duelo mientras las voces de «te lo dije» resonaban.
Fue en esa fragilidad donde floreció un nuevo camino: el desarrollo personal. Primero en soledad, luego buscando guías que me ayudaran a abrazar la experiencia, a transformar la culpa en aprendizaje.
Regreso a la Banca, Un Desafío
Volví a la banca, a mi zona de confort conocida, pero esta vez… Un desafío titánico con dos bebés y horarios extenuantes. Durante meses compagine un trabajo de mañana en el BBVA con un trabajo de tarde – noche en el back office. Esa etapa, inicialmente precaria, se convirtió en un trampolín de crecimiento, llevándome a un contrato fijo y al liderazgo de un equipo.
Y entonces, el sueño familiar que durante años llevaba gestándose en casa, nos impulsó a buscar un nuevo horizonte. En 2018, mi marido partió hacia Reino Unido, mientras yo me quedaba en Almería, con un nuevo trabajo y mis dos pequeños. Un desafío que templó mi espíritu, llenando las horas de silencio con autoformación y las jornadas laborales con mi mejor versión. Fue allí donde empecé a compartir mensajes de motivación con mi equipo, las mismas palabras que me impulsaban cada mañana.
Aprendí a pausar mi energía torrencial, a liderar desde el ser, aunque a veces no fuera comprendida. Crear un nuevo equipo, un nuevo proceso, fue retador. Y dejarlo para mudarme a Suiza… un desgarro.
Liderazgo desde el Ser
Con la ilusión de un sueño tejido con esfuerzo, en la «tranquilidad» del back office, entre mensajes y búsqueda de nuevas oportunidades, la maternidad y la ambición danzaban. La meditación y la escritura se convirtieron en mis aliadas para no sucumbir al burnout.
El teletrabajo durante la pandemia fue un punto de inflexión, un desafío de conciliación que se convirtió en aprendizaje. Y finalmente, en el verano de 2021, con la mochila cargada de ilusión, llegué a Ginebra. Una ciudad que abrazaba nuestro anhelo de calidad de vida, de posibilidades infinitas, de paz junto al lago.

La Materialización de un Sueño
Dejé un trabajo fijo de nuevo por la búsqueda de mi realización. Más de cuatro años escribiendo cada mañana, creando contenido de conexión y motivación, despojándome de etiquetas para abrazar mi esencia. Formaciones, mentorías, libros («Permiso para Ser» y «El camino hacia ti«, en español y francés)… días de silencio preguntándome quién soy.

Y cuando creía que el camino se allanaba, un incendio, literal y metafórico, me obligó a recomenzar. Un negocio que no terminaba de despegar, un nuevo gabinete esperando para acompañar el crecimiento, y ahora, un stage como Job Coach y Personal Coach en francés en Ginebra. Un triple mérito: profesional, lingüístico y de integración.
Un Propósito Nacido de la Experiencia:
Casi cuatro años haciendo «casi todo» para que mi sueño siga creándose en coherencia con mi verdad. Intentos fallidos en la banca, formaciones facilitadas, voluntariado en asociaciones que nutren mi alma… Miles de palabras escritas, compartidas en vídeos y conferencias.
Y a la par, millones de «no», proyectos sin respuesta, ilusiones quemadas. A pesar de los miedos, de la vulnerabilidad, de la incertidumbre económica, sigo aquí. Abriendo caminos, conectada a mi motor: acompañar a otros a vivir la vida que desean, a encontrar su equilibrio sin perderse en las apariencias.








Hoy, 1 de mayo, Día del Trabajo, mi trabajo es mi vida, mi pasión, mi propósito. Y lo comparto contigo, sin gritar, desde la apertura de esta flor que soy, con la esperanza de inspirarte a alzar tu propia voz, a abrazar tu propio «parcour», con sus luces y sus sombras, porque en cada paso reside una valiosa lección y una oportunidad para florecer.
¿Qué te resuena de mi historia?
¿Qué etapas de tu propio «parcour» te han marcado?
Comparte tu voz, sin gritar, en los comentarios. Me encanta leerte.
Isabel María 🌸
Terapeuta Holística – Coach de Equilibrio 💌