Mi resaca emocional después del congreso: Aprendiendo a escuchar a mi cuerpo
¿Alguna vez te has sentido como si tuvieras un resfriado sin haber estado expuesto al frío? ¿Cansancio, dolor de cabeza, malestar general sin razón aparente? Es posible que estés experimentando una resaca emocional.
Después de meses de trabajo intenso y de vivir el congreso dando lo mejor de mí cada día, el lunes amanecí sin voz y con el cuerpo agotado, como si hubiera tenido una gran fiesta.
¿Conoces esa sensación?
Durante años, el miedo a ser yo misma y a no ser aceptada me llevó a veces a refugiarme en el alcohol. Pero hace casi un año, empecé a dejar de beber y a enfrentar esos miedos. Al principio, me decía que era solo una copa para socializar, pero en el fondo sabía que lo hacía para evadirme.
Ahora que ya no necesito esconderme, que he encontrado alternativas para salir y disfrutar sin alcohol, y que me atrevo a mostrarme tal como soy, puedo decir que conozco muy bien lo que es una resaca.
Y también conozco la resaca emocional.
Después de un evento que te exige mucha energía emocional, tu cuerpo sufre una sacudida similar a la de una resaca física. Dolor de cabeza, dolor muscular, malestar general, agotamiento… y en mi caso, también la voz, mi gran herramienta de comunicación, se ve afectada.
Esta semana, el cansancio me ha acompañado. Mi cuerpo me pedía descanso, disfrutar del momento, de lo creado, de las personas que me rodean y de mí misma. Mi voz me ha obligado a hacer un receso y a disfrutar del silencio.
Hoy, terminando de superar esta resaca emocional, quiero compartir dos cosas:
- Gracias infinitas por estar ahí, por ser tú.
- Parar es clave para vivir. Escucha a tu cuerpo y armoniza tus ritmos. La vida no es una carrera de velocidad, es un día a día para disfrutar.
Uno de los aprendizajes del congreso:
«No tengas miedo a morir, ten miedo a no vivir«. Así que vívete hoy, vive, incluso con resaca, vive.
¿Qué puedes hacer? Ante tu resaca
- Reconoce tus emociones: Permítete sentir y validar tus emociones, sin juzgarlas.
- Escucha a tu cuerpo: Presta atención a las señales físicas de estrés y date permiso para descansar y recuperarte.
- Conecta con el presente: Practica mindfulness o ejercicios de respiración para reconectar con el aquí y ahora.
- Nutre tu bienestar: Dedica tiempo a actividades que te nutran emocionalmente, como pasar tiempo con seres queridos, disfrutar de la naturaleza o practicar tus hobbies.
- Busca apoyo: Si te sientes abrumado, no dudes en buscar apoyo de amigos, familiares o profesionales.
Recuerda
- No estás solo/a: La resaca emocional es una experiencia común.
- Es temporal: Con cuidado y atención, puedes superar la resaca emocional y recuperar tu bienestar.
- Tu bienestar es importante: Prioriza tu salud emocional y no te sientas culpable por necesitar descansar y recuperarte.
Y así, con el cuerpo recuperándose y la voz volviendo poco a poco, me doy cuenta de que la vida es un regalo que debemos saborear a cada instante. Incluso cuando la resaca nos golpea con su cansancio y dolor, podemos elegir vivir el presente, agradecer cada experiencia y seguir fieles a nosotros mismos.
Porque la vida no se detiene, sigue su curso, y cada día nos ofrece la oportunidad de escribir nuestra propia historia, de pintar nuestro propio cuadro, de bailar nuestra propia danza. No importa si nos duele el cuerpo o si la voz se quiebra, lo importante es seguir adelante, con la esencia que nos hace únicos, a nuestra manera.
Así que te invito a vivir cada día, a disfrutar de cada instante, incluso cuando estás en plena resaca. Saborea el para qué de esa sensación, agradece cada experiencia, y sigue escribiendo tu libro, pintando tu cuadro, bailando tu danza.
Y recuerda, no tengas miedo a morir, ten miedo a no vivir. Así que ¡vive!
Isabel María
Y como regalo de este congreso, ¡te cuento que estaré el 13 de marzo con la Fundación Princesa de Girona en Almería dando una conferencia dentro de su Tour del Talento! Pronto te daré más detalles.