¡Claro que te lo mereces!
¿Cuántas veces te has puesto la capa de «Super Mujer» y has decidido cargar con todo sola? Como mujeres, a menudo sentimos que debemos ser capaces de hacerlo todo: ser exitosas en el trabajo, mantener relaciones perfectas, cuidar de la familia, y además, estar bien con nosotras mismas.
Nos decimos a nosotras mismas: «Yo puedo con todo», pero llega un día en que el peso es demasiado grande, y entonces… ¡Plack! Nos derrumbamos. Sentimos estrés, agotamiento, y surge la frustración. ¿Por qué? Porque, en el fondo, creemos que pedir ayuda es un signo de debilidad, algo reservado para quienes no pueden con la vida. Y nosotras, ¿no somos acaso las «Super Heroínas» que no necesitan de nadie?
Pero, ¿te has detenido a pensar en lo que pierdes cuando te niegas a pedir ayuda? Te pierdes a ti misma. Te ves envuelta en una vida sin tiempo, sin espacio para respirar, sin la energía para disfrutar. Y lo peor de todo, te pierdes la posibilidad de recibir el apoyo que tanto mereces.
Quítate la capa de Super Heroína y PIDE AYUDA.
Es hora de soltar la idea de que pedir ayuda es algo malo o que te hace menos capaz. Pedir ayuda no es debilidad, al contrario, es un acto de inteligencia y amor propio. Nos merecemos ser apoyadas, sostenidas, acompañadas.
¿Te sientes identificada con esto? Si la respuesta es sí, te invito a que reflexionemos juntas en nuestro próximo encuentro con Marta Bernal dentro del espacio ¿Hablamos de miedos? donde hablaremos sobre el miedo a pedir ayuda. Será un espacio para entender las razones que nos impiden dar ese paso, y cómo podemos aprender a hacerlo sin culpa.
Haz este ejercicio:
1. Rétate a pedir lo que deseas.
Toma un momento para identificar algo que realmente necesitas, ya sea apoyo emocional, ayuda en el trabajo, o cualquier otra cosa.
2. Pregúntate:
¿Desde dónde estoy pidiendo? ¿Lo hago desde la abundancia o desde la escasez?
3. Observa cómo te sientes.
¿Hay alguna incomodidad al pedir? ¿Te sientes vulnerable? Permítete sentir todo lo que surge.
4. Ábrete a recibir sin expectativas.
Permite que el apoyo llegue a ti sin ponerle límites. Abre los brazos a la ayuda que mereces, sin sentirte menos por aceptarla. Aquí te comparto un artículo que escribí hace un tiempo sobre la importancia de pedir ayuda, haz click aquí y accede a él.
Si aún sientes que el miedo sigue presente…
Si te quedas con ganas de profundizar más en tu relación con el miedo, te invito a unirte a mi Programa: Haz del miedo tu aliado. En él, aprenderás a transformar ese miedo que te detiene en un impulso que te eleve a un nuevo nivel de vida.
Recuerda: no tienes que hacerlo sola. Pedir ayuda es parte del camino para convertirte en la mejor versión de ti misma, esa versión que no se siente menos por reconocer sus límites, sino que los abraza con amor y valentía.
Con amor,
Isabel María 🌸
Terapeuta Holística y Coach de Equilibrio 🌟
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