❤️ Y tú, ¿te perdonas?
Durante mucho tiempo me he castigado en silencio.
Con palabras duras que nadie más escuchaba, con gestos invisibles que escondían el dolor detrás de una sonrisa, con decisiones que no nacían del amor sino de la culpa.
Esperaba, sin saberlo, que el mundo me «perdonara la vida», como si alguien tuviera que aprobar mi existencia, darme permiso para ser, para sentir, para equivocarme.
Pero, ¿y yo?
Yo seguía negándome ese perdón.
El autocastigo invisible
Cuántas veces seguimos repitiendo los mismos patrones de culpa y castigo sin darnos cuenta…
Nos exigimos más de la cuenta, nos hablamos con dureza, nos negamos el descanso, el disfrute, el error.
Y lo hacemos como si fuéramos juezas de nosotras mismas, siempre buscando redimirnos, como si estuviéramos en deuda con la vida.
¿Y de dónde viene eso?
Del miedo.
De una herencia emocional que nos enseñó que para ser queridas había que ser perfectas. Que equivocarse era sinónimo de perder el amor. Que fallar nos volvía indignas.
Así, empezamos a buscar el perdón fuera, mientras dentro el diálogo interno se volvía cada vez más castigador.
El daño silencioso a nuestra confianza
Cuando vivimos en el autocastigo constante, se daña algo esencial: nuestra confianza en nosotras mismas. Te invito a leer este artículo sobre la Confianza y cómo nutrirla a través de una meditación.
Cada vez que nos rechazamos internamente por no estar “a la altura”, le decimos a nuestra alma que no es suficiente.
Y eso, a la larga, rompe la relación más importante que tenemos: la relación con nosotras mismas. Te animo a leer este artículo sobre el autoconocimiento.
Es ahí donde se esconde el verdadero dolor.
Porque cuando no confiamos en nosotras, nos desconectamos de nuestra intuición, de nuestra capacidad de crear, de amar, de brillar.
¿Cómo empezar a romper el ciclo del autocastigo?
💗 1. Practica la autoescucha amorosa
Detente cada día unos minutos para preguntarte: ¿Cómo me siento realmente? ¿Qué necesito? Escúchate sin juicio, como lo harías con una amiga querida. La autoescucha es el primer paso para transformar el castigo en cuidado.
🕊 2. Crea un mantra de compasión para ti
Cuando aparezca la autocrítica, repite un mensaje que te devuelva a tu verdad. Puede ser algo como: “Estoy aprendiendo y merezco amor mientras lo hago.” Es una forma de interrumpir el patrón y sembrar nuevas creencias.
🌱 3. Celebra tus imperfecciones
Empieza a reconocer tus errores como parte de tu humanidad. En vez de castigarte, pregúntate: ¿Qué puedo aprender de esto? Cada caída contiene una semilla de sabiduría si te permites verla con ojos amorosos.
Mi historia personal: Me perdono
Hoy quiero compartirte mi propio acto de perdón.
Un momento íntimo y real que ha marcado un antes y un después en mi camino:
Me perdono lo imperdonable.
Me perdono por las veces que “he huido de mí misma”.
Te pido perdón a ti, que un día me tendiste la mano. A ti con quien compartí risas, sueños y presencia.
Si alguna vez me alejé, si al huir de mí también te alejé a ti, lo siento.
Gracias por haber estado. Gracias si sigues estando, aunque no lo creas.
Perdóname. Y gracias.
En este inicio de ciclo, me permito subir de nivel no desde la exigencia, sino desde la consciencia de mi SER completo.
Me reconozco en mi luz y también en mi sombra.
Porque también soy eso que a veces no me gusta ser.
Y ahí, justo ahí, encuentro la verdadera libertad: en aceptarme y abrazarme completa.
▶️ Reflexión completa en video
¿Te perdonas?
Quizá tú también hayas sentido que durante años has estado mirando hacia otro lado.
Que has evitado ciertas partes de ti por miedo o vergüenza.
Y tal vez ha llegado el momento de mirarte de frente, con compasión, y decirte:
“Me perdono a mí misma por cualquier dolor que he llevado. Me libero de las ataduras del pasado. Merezco amor, compasión y paz.”
Porque mereces vivir en paz contigo misma.
Porque mereces tu propio perdón.
Te acompaño en este proceso
Si esta reflexión resuena contigo, te invito a regalarte un momento contigo misma.
✨ Un café compartido en silencio.
✨ Una libreta.
✨ Y esta meditación:
▶️ Me perdono: Meditación guiada
Cuéntame en los comentarios o por mensaje:
¿Te perdonas? ¿Reconoces tus sombras como parte de tu luz?
Estoy aquí para leerte, abrazarte y caminar contigo.
Con amor,
Isabel María 💫